La muralla de Lugo se esconde en el corazón de esta coqueta ciudad gallega y abraza, con sus más de 2km de imponentes murallas, su centro histórico. Una instantánea de postal que no te dejará indiferente.
Fue declarada patrimonio de la humanidad en el año 2000 pero ha sido capaz de mantener su esencia y aún permanece ajena a las aglomeraciones de turistas y a los selfies.
Breve Historia de la Muralla de Lugo
Construida en el siglo III d.c. en la antigua ciudad de Lucus Augusti como muro de defensa, se considera la muralla mejor conservada de todas las las murallas romanas ubicadas en la península ibérica. Las modificaciones que ha experimentado a lo largo de sus siglos de historia, no han cambiado de forma sustancial su aspecto original.
De hecho, de las 86 torres originales se conservan 71, de las cuales 60 son de planta circular y 11 cuadrangular. Según varias investigaciones se imagina que estas torres estaban coronadas por una estructura de dos pisos que presentaba ventanales con la misma estructura que hoy aún puede observarse en A Mosqueira.
Puertas de la Muralla Romana de Lugo
En la actualidad, la muralla cuenta con 10 puertas de acceso al interior de la misma siendo de época romana sólo cinco: Porta Miñá, Porta Falsa, Porta de San Pedro, Porta Nova y Porta de Santiago. De ellas la Porta Miñá y, posiblemente, la Falsa son de factura original mientras que las otras tres son posteriores.
Dimensiones de la Muralla Romana de Lugo
La muralla tiene una extensión de 2117 metros y ocupa un total de 34 hectáreas.
Visita a la Muralla
La visita a la muralla es libre, gratuita y no está regulada por horarios. Recomendamos recorrerla en su totalidad paseando sobre la misma por su adarve. Un buen punto de inicio y finalización sería el acceso que se encuentra justo en frente de la fachada principal de la Catedral de Santa María. Además, esta subida al adarve de la muralla se realiza a través de una cómoda rampa que facilita la visita.
A parte de recorrer la muralla por su parte alta y poder contemplar las vistas sobre el centro de Lugo, es aconsejable recorrer su perímetro por su acera exterior. Probablemente el tramo que ofrece mejores panorámicas y perspectivas sobre la misma sería el comprendido entre la Puerta de Santiago y la Puerta de San Pedro.
Centro de Interpretación de la Muralla
¿Quieres ampliar tu visita y conocer en profundidad la historia de este monumento patrimonio de la humanidad? Si la respuesta es afirmativa te aconsejamos visitar El centro de Interpretación de la Muralla, un museo dedicado a la influencia de este monumento en la vida de la ciudad. La entrada es gratuita y se organiza en cuatro planta dedicadas cada una a una época histórica.
Curiosidades y leyendas sobre la Muralla de Lugo
El bosque mágico de Lucus Augusti
Una leyenda dice que los romanos construyeron la muralla no para proteger la ciudad sino un bosque, el Bosque Sagrado de Augusto, en latín Lucus Augusti, de ahí el nombre de Lugo. Esta creencia se fundamente en que “Luc” era el término con el que se designaba un bosque sagrado y se cree que el nombre de la ciudad es una derivación del término.
El origen de la expresión «nos hicieron la pascua»
Se dice que en el año 460 cuando los Suevos, al mando de su caudillo Hermerico, entraron a sangre y fuego a la ciudad, los lucenses habían dejado las puertas de la Muralla abiertas por la Pascua. Fue un error humano , no arquitectónico, de allí viene la frase: “ Nos hicieron la Pascua”
La Muralla de Lugo & La Muralla China
Está hermanada desde el día 6 de octubre de 2007 con la Gran Muralla China de Qinhuangdao.
La puerta de los deseos
En la Puerta de San Pedro hay una tradición moderna bastante arraigada entre los lucenses y los visitantes. Desde el adarve puede contemplarse una escultura tallada en la piedra de San Pedro portando una bandeja en sus manos. Se dice que si pides un deseo y lanzas una moneda, se cumplirá en caso de que la moneda se quede en la bandeja. Otras leyendas urbanas señalan que si tiras la moneda en compañía de otra persona, estaréis siempre juntos.
Cuando la muralla quiso ser dinamitada y se comenzó, paradójicamente, su conservación.
El el año 1921 se construyó el Hospital de Santa María y para facilitar los accesos al mismo, Ángel López Pérez que era el alcalde de la ciudad en aquel momento, mando dinamitar una parte de muralla situada justo enfrente en lo que en la actualidad es la Puerta de Obispo Odoario.
Algunos vecinos, en desacuerdo con esta acción, iniciaron la vía administrativa contra el ayuntamiento ganando la causa. Este hecho formó bastante revuelo y a los poco meses el monumento fue declarado Monumento Nacional y en consecuencia su protección se aumentó.
En definitiva, la Muralla de Lugo es de los lucenses. Forma parte de su día a día y de la cotidianidad de sus gentes: verás a gente caminando, haciendo footing, paseando a sus perros… es un monumento que se mantiene de acceso libre y ocupa un papel importante en la rutina de sus gentes. Al no tener horario fijo puedes visitarla en la tranquilidad de la noche o al amanecer y ver la ciudad desde otro punto de vista.